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Buenos Aires, 19 de febrero de 2001 - 16:38 hs.
Última actualización

En una localidad mexicana
Se suspendió la "quema de Pokemones"
El sacerdote mexicano Juan Ramón Hernández, que la semana pasada había convocado a una "quema simbólica" de Pokémon, al que relacionaba con "perversos mensajes subliminales", pidió perdón a sus feligreses y canceló el acto. Dice haberlo hecho "para no generar actos de violencia".

Hace pocas semanas, los medios difundieron la noticia de que el párroco de Pachuca, capital del estado de Hidalgo, México, iba a realizar una hoguera de muñecos e imágenes de Pokémon, la exitosa serie de animación japonesa. Finalmente el pasado domingo, el sacerdote -Juan Ramón Hernández- pidió perdón a sus feligreses y canceló el acto.

Ante la avalancha de críticas de todo el mundo ante la práctica inquisitorial propuesta por el cura, Hernández aclaró el viernes que se trataría sólo de una "quema simbólica", en la que niños y adultos pasarían por encima de las figuras y luego les darían la espalda.

Finalmente, ante feligreses y medios, el párroco suspendió cualquier medida, exhortó a los feligreses a apartarse del dibujo animado y buscar las cosas "agradables a los ojos de Dios". Finalmente, pidió perdón públicamente colocándose de rodillas frente a la multitud. Basó la nueva medida en que "quemar las figuras físicamente hubiera sido un llamado a la violencia".

El cura pidió la hoguera luego de haber leído que, hace unos años, algunos niños japoneses sufrieron mareos y hasta ataques de epilepsia luego de ver la serie. Lo que sucedió en realidad fue que el montaje rápido de algunos "blancos" en unos clips que abrían y cerraban algunos episodios causaban estos mareos en niños epilépticos, algo que se aclaró oportunamente.

Hernández, un sacerdote de 47 años, decidió lanzar su cruzada anti-Pokémon al considerar que la serie "ejerce una influencia nociva en los niños y atenta contra la unidad familiar porque su tema es que tarde o temprano los menores deben dejar a sus madres" y que "son instrumentos de manipulación que usan mensajes subliminales para ejercer el mal antes que el bien". Hernández es, además, licenciado en periodismo y filosofía.